TE ASOMASTE POR UNA VENTANA
TRAGASTE SALIVA CON GUSTO A
SANGRE, EXPLORASTE LAS MIL Y UNA FORMAS DEL RENCOR,
TU SEXO MARCADO A FUEGO
MALDIJISTE A QUIENES TE RODEABAN,
TU FAMILIA, TUS AMIGOS;
TUS ANTEPASADOS, EN AQUEL TORRIDO Y HÚMEDO VERANO VICTORIANO
LA VENTANA MARCABA TU FIGURA HIERATICA
SOLO UN MARCO Y VOS; EL ADENTRO Y EL AFUERA ERAN LA MISMA
COSA
EL INCENDIO QUE PROVOCASTE
TE VI UNOS SEGUNDOS ANTES DE DESAPARECER
LENGUAS DE FUEGO SOBRE UN HORIZONTE AL ROJO VIVO
NADA HA QUEDADO LUEGO DEL INCENDIO, NI UNA CARA VISIBLE, NI
UN RECUERDO…
SIN EMBARGO, TU SIGUES ALLÍ Y ME MIRAS CON DESDÉN
PARA ELLA…
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