Las viejas casonas de Mar del Plata parecen querer contarnos
un secreto.
Altivas, convergen hacia un horizonte de sol como un letargo
de voces de viejas dinastías, de lejanos antepasados, donde el barro, la muerte
y el silencio dejaran para siempre la huella imborrable de la memoria
inextinguible.
"Canto de un viajero solitario"
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