El gran Bowie se nos fue hace poquito.
Camaleónico como pocos y con un dominio escénico absoluto, pobló
los escenarios más diversos atravesando décadas y reinventándose continuamente.
Fue un cuerpo sensible que aceptó la mutación y el cambio como el nuevo
espíritu de una época que se presagiaba compleja y vertiginosa, llena más de
dudas que de certezas, lo que lo llevó a aceptar múltiples y complejos
desafíos.
En ese sentido, su más notable y alucinante alter ego Ziggy
Stardust creo un nuevo cuerpo que sumaba parte de los estereotipos de la
ciencia ficción de los setenta y las nuevas corrientes andróginas que marcaron
los caminos hacia nuevas formas de representación de la sexualidad.
Atravesó los ochenta como el “Duque Blanco”. Elegantemente
seductor, introdujo parte de la corriente glam apelando a looks con aire retro expresionista,
previo a su gira berlinesa. Fue un maestro del distanciamiento, Bowie seguía
construyendo sujetos autorrepresentados evocando ecos de la historia
pasada y sus heridas; los miedos y
enigmas del futuro.
A partir de los 90 s
y hasta nuestros días y en virtud de varios proyectos colaborativos sus
apuestas fueron cada vez más atractivas e innovadoras. Los aspectos
conceptuales de sus grabaciones alcanzaron puntos muy altos. En este sentido “Outside”
en colaboración con Brian Eno, aunque homogéneo
en sonoridades explora todas las obsesiones recurrentes en Bowie, el pulso
latente del misterio en formato de thriller distópico con fuertes acentos de
mórbido romanticismo.
Como gran artista que fue, abrazó todas las ramas del arte,
la filosofía de Nietsche en particular y su idea del Superhombre y la
superación de un Dios Creador por un sujeto creador, el ocultismo y Lovecraft. Su
música estaba hecha de dilemas y preguntas, nos desafiaba continuamente, nos
puso frente al enigma de la creación, su voz, increíble; sentenciaba oscuros
epitafios nietscheanos.
Aún hoy puedo todavía ver algo de su influencia en las
féminas andróginas y distantes que supieron poblar mi imaginario hace unos
años. Las Ziggies, solía llamarlas.
Extraño su partida porque extraño a los grandes artistas que
se van
Ashes to ashes
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