Aprovecho la serie de fotografías para comentarte sobre una fotógrafa yanqui que no conocía y que vi citada en un libro (quizá vos sí la conozcas). Se llama Cindy Sherman, y se la califica como representante del posmodernismo fotográfico. Básicamente hace autorretratos pero con aspectos cambiantes, con imágenes que citan desde la pintura clásica hasta la publicidad y el cine, siempre con una especie de mirada sobre las representaciones de lo femenino. También tiene unos trabajos con muñecos, como maniquíes extraños que son muy inquietantes. No vi mucho, pero lo que vi es interesante. Fijate.
Sí Germán, claro que conozco a Cindy Sherman; de hecho vi obras de ella en Nueva York; pero es cita obligada en cualquier libro de arte contemporáneo o de posguerra... Me interesan mucho sus trabajos, en particular su visión de la mujer;en general suele ser una mirada conflictiva, con algunas notas sobre la historia y la cultura, pero ligadas al aburrimiento, el cuerpo dolorido, golpeado o fragmentado. Y sí, su serie de trabajos con maniquíes son inquietantes y recuerdan, de alguna manera, a las de Hans Bellmer.. Un abrazo viejo; gracias por seguir el blog
Aprovecho la serie de fotografías para comentarte sobre una fotógrafa yanqui que no conocía y que vi citada en un libro (quizá vos sí la conozcas). Se llama Cindy Sherman, y se la califica como representante del posmodernismo fotográfico. Básicamente hace autorretratos pero con aspectos cambiantes, con imágenes que citan desde la pintura clásica hasta la publicidad y el cine, siempre con una especie de mirada sobre las representaciones de lo femenino. También tiene unos trabajos con muñecos, como maniquíes extraños que son muy inquietantes. No vi mucho, pero lo que vi es interesante. Fijate.
ResponderEliminarSí Germán, claro que conozco a Cindy Sherman; de hecho vi obras de ella en Nueva York; pero es cita obligada en cualquier libro de arte contemporáneo o de posguerra... Me interesan mucho sus trabajos, en particular su visión de la mujer;en general suele ser una mirada conflictiva, con algunas notas sobre la historia y la cultura, pero ligadas al aburrimiento, el cuerpo dolorido, golpeado o fragmentado. Y sí, su serie de trabajos con maniquíes son inquietantes y recuerdan, de alguna manera, a las de Hans Bellmer..
ResponderEliminarUn abrazo viejo; gracias por seguir el blog